El día del trabajador
Que buen día para trabajar.
Que buen día para invertirlo en tu trabajo.
Para pararte un segundo y pensar en cuál es tu trabajo.
Cuál es tu propósito y qué puedes aportar.
¿Cuál es tu misión?
A lo mejor no te has parado a pensarlo nunca.
Pues hazlo.
Hazlo y observa.
Porque hay una cosa que es extremadamente gratificante en esta vida.
Y que, a pesar de las desgracias, te mantiene con fe y determinación en seguir adelante.
Que es encontrar tu misión y ser capaz de monetizarla.
Lo primero es lo más difícil.
Puede que lo encuentres por casualidad.
Puede que te lo hayan dicho desde pequeño y hayas crecido convencido de eso.
Como cuando te imponen la religión o la cultura.
Pero esto va más allá.
El día del trabajador tiene que ser para celebrar tu trabajo.
No para celebrar que cobras a final de mes, sea de tu jefe o de tus clientes.
Sino para celebrar que el trabajo que haces te llena.
Que te ayuda a seguir adelante.
Que te ayuda a cumplir tus objetivos y que te hace mejor.
Yo tengo claro que mi misión es seguir compartiendo mis observaciones.
Eso me llena.
Me hace ser mejor persona.
Me ayuda a parar y pensar en cómo avanzar cada día.
Por eso sigo observando y sigo escribiendo mis observaciones todos los días aquí.
