El majareta millonario de la roca
La calidad de tu trabajo depende de ti.
Partimos de eso, ¿no?
Tendrás limitaciones, ok.
Pero al fin y al cabo puedes tirar de ingenio o dinero.
Puedes compensar una con otra.
Y no siempre vas a acertar.
No todo lo que hagas le va a gustar a todo el mundo, pero todo lo que hagas debería gustarte a ti.
COño, ni siquiera yo que soy todo un escritor de renombre entre mis seguidores, escribo las mejores reflexiones todos los días.
Además de esto, entra también la subjetividad de quién lo lea o lo consuma.
Por ejemplo, a ti esto que te voy a contar te puede parecer una mierda y a otro una joya.
Es lo bueno que tiene este mundo.
Que hemos pasado de que la sociedad determine lo que es calidad a, literalmente, que sea normal comprarte una piedra como mascota.
Genuino.
Eso sí que es calidad.
Observa.
Por si no lo sabías hay un tipo que se hizo famoso vendiendo piedras como mascota.
El pibardo se llama Gary Dahl y me parece un genio.
Hizo millones con esta mierda.
Sí, sí, millones, échale un ojo por ahí.
Muchos decían que si era un estafador y tal.
Mira.
Te lo dice claro el producto, “Pet Rock”.
La genialidad estaba en lo que vendía, sino en el ingenio de cómo lo vendía.
La caja te venía ventilada y con un manual de “cómo cuidar a tu nueva mascota” con algunos consejos y recomendaciones desde sus primeros días como si fuera un cachorrito.
No vendía una piedra, vendía la idea, la locura, el ingenio, la coña.
Y quien no quisiera, que no lo comprase, ¿no?
Obvio, ¿no?
Pues no, la gente no se conforma con no comprarlo sino que tiene que criticarlo.
Pero la masa es así.
Muchos te dirán que si la calidad es esto u otro.
Ni caso.
La calidad no está en lo que dicen los demás sino en lo que determinas tú mismo.
La calidad de lo que ofrezcas está estrictamente relacionado con tu visión y valores.
Las expectativas externas son infinitas.
Tantas como personas puede haber en el mundo.
Y las opiniones hacen mucho daño, porque son gratis y le suben el ego a la gente.
Entonces.
Ceder a las expectativas, caca.
Te vuelves majareta.
Escuchar al mercado = importante
Pero.
Entregar el producto que quieres entregar y venderlo bien = mejor.
Observa.
