En busca de la inspiración
Puede que suene pretencioso.
Desde luego lo suena.
Como si aquí fueras a encontrar la fórmula mágica que te va a dar inspiración cada vez que la necesites.
Lamento romperte la burbuja, pero no la vas a encontrar aquí.
De hecho, me parecería idiota por tu parte que lo pensases.
Es más, si eres de esas personas, te pediría encarecidamente que te desuscribas de esta lista de mails.
No me gusta que me lean idiotas, pero como eso no lo puedo controlar, tendré que vivir con la incertidumbre de sumar un hater a las filas.
Dicho esto.
La inspiración.
Observa.
Esta idea surge de la costumbre de la gente a pensar que la inspiración “viene”.
Es muy habitual que, desde pequeño, aprendamos a decir que “no me ha venido la inspiración” cuando nos enfrentamos (y fracasamos) a un reto que requiere cierta creatividad.
Y es que la inspiración no “viene”.
La inspiración hay que ir a buscarla.
Pero no buscarla con una cervecera al Sol y vistas a la playa.
Así no.
Así vas a tener un pico de satisfacción con el que, lo único que estás buscando es olvidarte del problema.
Y si te encuentras de paso con la inspiración, eso que te llevas.
Como el que va al bingo y gana unos cartones.
Para encontrar la inspiración debes buscarla.
Enfrentándote al problema “a pesar de todo”.
Porque “a pesar de todo” es que se consiguen las cosas.
“A pesar de todo” es como se consigue la inspiración.
No todo el mundo está dispuesto a hacer las cosas “a pesar de todo”.
No todo el mundo tiene el coraje de salir a correr a pesar de la lluvia.
No todo el mundo tiene los cojones de seguir adelante con su idea a pesar de lo que le diga la gente.
No todo el mundo está dispuesto a luchar por su propósito a pesar de todo.
“A pesar de todo” me gusta, es una idea que desafía a los demás.
Que rompe las reglas de lo que la gente piensa y cómo se comportan habitualmente.
“A pesar de todo” es que puedes encontrar la inspiración.
Y es gracias al “a pesar de todo” que vas a poder seguir leyendo las observaciones que te traigo todos los días aquí.