Esto en público y lo otro en privado

No estoy hablando de Poncio Pilato.

Ese tio ya falleció hace un tiempo, me parece…

Estoy hablando de un tipo del que me estoy acordando.

Dos tipos de hecho.

Que en una reunión me crucificaron en público.

Y luego vinieron a disculparse.

En privado, claro.

Observa.

Éramos unas 50-60 personas ese día.

Y tomaron la palabra 2 de ellas.

Gente molesta porque no había respondido a algunos de sus mensajes.

Como es normal.

Intenté trasladarles que no respondo a todos los mensajes, porque me llegan una media de 50 mails al día y otras tantas llamadas.

ASí que tengo que priorizar.

Y en este caso no prioricé el mail de estas dos personas.

Así que con razón estaban molestos.

Lo que la gente nunca pregunta es “Oye, Raúl, ¿por qué no has podido responder mi mail? ¿Ha habido algún problema? ¿Has estado de vacaciones? ¿enfermo? ¿Has tenido mucho trabajo?”

No.

Siempre se asume que no he respondido porque soy un tirano y quiero joderte la vida.

Como es normal.

Porque soy así.

Un cabrón sin corazón que quiere joderte a la mínima que pueda.

Los que me conocen bien lo saben.

Pues eso.

Que me broquearon.

Que si para qué necesitaban entonces mi trabajo.

Que si yo no estaba haciendo nada.

Y luego…

Solo luego, se acercan en privado, cuando la reunión ha terminado y se disculpan.

“Oye Raúl, que me he calentado, perdona”

Y observa.

Porque aquí está la chicha.

Se tiene que hacer al revés.

Si puteas a alguien en público y luego intentas disculparte en privado. Error.

De primero de psicología.

Pero la gente no lo sabe.

Y si tu consigues saberlo vas a ganar muchos puntos en la vida. Vas a avanzar más rápido.

Así que observa.

Y hazlo al revés.

Siempre. Todo lo que hagas hazlo al revés de como lo hace la gente.

Reconoce en público y putea en privado.

100% de Victoria.

No vas a conquistar el mundo con esto, pero va a irte mejor.

Como también te iría mejor si hicieras otras cosas que te cuento en mis observaciones.

Todos los días aquí.