Lo realmente terapéutico

Lo realmente terapéutico es decir la verdad.

Tal y como te viene.

La dura verdad.

Frente a una persona sensible o insensible.

No importa.

La verdad como te salga.

Observa.

Decir la verdad no es sencillo.

El ser humano está programado para intentar caer bien.

Y decir la verdad puede hacer daño a los demás y…

Hacer daño a los demás = altas % llevarte mal con los demás.

Entonces.

Una cosa es decir la verdad.

Y otra cosa es ser una metralleta hiriente que dispara a todo lo que se mueve.

Decir la verdad está muy lejos de dar “tu sincera opinión”.

Primero. Y esto si quieres tatúatelo.

No des tu opinión si no te la piden.

Y menos si ni pinchas ni cortas allá donde estés.

Pero lo dicho.

Di la verdad, pero la verdad sincera y genuina.

Que redundante, ¿no?

A veeeer…

Me refiero a que mucha gente usa la verdad para reprochar, para manipular o para quedarmejor.

O en su defecto, dejar peor a la otra parte.

Por ejemplo, cuando uno dice “me molesta que siempre llegues tarde...”

Luego puede vérsele el plumero con lo que diga después.

“…porque me hace sentir que no te importa nuestro tiempo juntos.”

Bufff, manipulador nivel 10. Máster en manipulación.

“… para la próxima, si quieres avísame si vas a llegar tarde o si quieres que quedemos a otra hora.”

Joder, algo más normal, neutral, y que no intenta hacer sentir a la otra persona como una mierda, ¿no t eparece?

Pues a esto me refiero.

Di la verdad, pero sin dobles intenciones.

¿Para qué necesitas dobles intenciones?

¿Puedes decir las cosas sin intentar que el otro se sienta una mierda o sin que tú intentes parecer superior?

Tu cuerpo te lo va a agradecer a largo plazo.

Di la verdad con sencillez y humildad.

Sin enfocar en hacer daño ni parecer una víctima.

Esto es lo realmente liberador.

Sentir que puedes decir la verdad sin tener la necesidad de herir, actuar como una víctima ni tratar de ganar simpatía.

Observa para no caer en estas trampas.

Todos los días aquí.