No des lo que te piden
No des lo que te piden
Da lo que la gente necesita.
Es un problema habitual del día a día.
La gente se cree que debe proporcionar a sus clientes y sus interlocutores lo que le piden.
Y a veces lo que piden no es lo que necesitan.
Observa bien, porque te pueden pedir muchas cosas, y si no sabes leer a la gente, no vas a descubrir nunca lo que realmente necesitan.
Por ejemplo, tu jefe te pide constantemente diferentes tareas y cada vez que te manda una nueva te pregunta nervioso sobre la anterior.
Está microgestionándote porque no se fía.
Tiene tan poca confianza en sí mismo que es imposible que se fíe de los demás (eso pasa).
Ese hombre lo que necesita no es que hagas las tareas que te pidas.
Necesita tranquilidad.
Necesita verte trabajando en lo que te ha pedido, pero sobre todo, necesita ver que lo tienes todo bajo control.
Eso es lo que tienes que darle.
Observa.
Otro ejemplo que me pasó hace poco.
Le propuse a un cliente hacer una reunión con ciertos temas.
A las 3 semanas me escribió proponiéndome reunirnos con 2 días de antelación y añadiendo temas que yo no le había propuesto ni que, por volumen de trabajo, podía comprometerme a tener.
Mi organización personal no me permite reunirme habitualmente con menos de 1 semana de aviso, pero quise saber qué le había dado tanta urgencia.
“Es que me están presionando, la gente me está pidiendo explicaciones sobre este tema y no tengo ni idea de nada. Nos tenemos que reunir y me tienes que contar y enseñar todo para poder explicarles bien”.
Estaba acorralado y tenía que buscar una escapatoria, y yo estaba allí para ayudarle.
No para comerme el marrón de su falta de tiempo y organización, sino para darle lo que necesitaba.
Le propuse:
“Hagamos la reunión tal como te dije.
Veamos los puntos que te indiqué.
Conozco la presión que estás sufriendo, así que, para tu tranquilidad, antes de la reunión y de que puedas explicarle nada a los demás, te voy a explicar con detalle todo lo que necesites saber.
Y si la gente quiere ver más y te exige los puntos que me estabas indicando, programamos en esa misma reunión otra breve más adelante para tratar concretamente solo ese tema”
Aceptó y todo bien.
Entendí observando que el cliente no tenía ni el más mínimo interés en la reunión.
Quería salir del paso, tener la seguridad de que no le apedrearían en la reunión.
Necesitaba información y seguridad y la iba a tener.
Y cuando escuchas y observas, la vida se ve de otra forma.
Y las cosas que ves las puedes contar.
Como hago aquí todos los días.
