Observa a quien te trata mal
Observa a quien te trata mal
Sí, has leído bien.
Puede parecer que no tiene sentido.
Pero calla y observa.
Imagina que te han hecho un comentario fuera de tono.
Llegas con tranquilidad al sitio y, sin esperártelo, te han ofendido, te han insultado.
Vamos no te han dicho “hijo puta”, pero sí que ves que la otra persona está encabronada. No solo contigo, con el mundo, pero ¿qué tienes que ver tú con lo que le pase?
¿Has dicho algo que no tenías que decir? Seguramente no.
¿Has hecho algo que no tenías que hacer? Seguramente no.
Lo mas seguro es que la otra persona esté en un mal momento o afrontando un problema que no sabe gestionar.
Quién no recuerda algún día malo de tu jefe o un ser querido, que te ha respondido mal sin venir a cuento.
Si tú tampoco quieres ser un energúmeno en ese momento párate y observa.
“¿A qué ha venido?” Te preguntarás.
“No es justo” Pensarás.
A nadie le importa que te parezca justo o no.
A nadie le importa tu paz y tranquilidad cuando está en “modo huida”.
Ni a alguien de la calle, ni a tu jefe, ni siquiera a un ser querido.
Si algo le pesa, si algo le preocupa, solo tiene eso en la cabeza, y si no tiene la capacidad de gestionar sus emociones, es la mezcla perfecta para vivir una de estas situaciones.
Observa a esa persona y piensa si realmente no le quedaba otra.
Quizá se viera acorralada y el problema de todo esto es que te compadezcas de ella.
Esa persona no quiere tu compasión, quiere una solución a su problema.
Y para tener una solución hay que entender el problema.
Porque si no lo entiendes, no puedes gestionarlo.
Si quieres que vuelva a suceder la situación, puedes lanzarte automáticamente como un energúmeno y empezar a insultarle también.
Puede ser un buen espectáculo.
Si lo que quieres es aprender de la situación y que no vuelva a pasar, deja que se calme. Dale su tiempo que además cada uno tiene el suyo.
Y cuando haya pasado un tiempo, acércate a la persona y dile:
“Parece que hay algo que te tiene muy preocupado, ¿cómo te puedo ayudar?”
Tranqui que a estas alturas esto no se va a convertir en una película y la otra parte se va a echar a llorar y te va a agradecer toda tu comprensión.
Si esa persona sigue preocupada por su problema, va a contártelo, y ahí vas a entender.
Eso es lo que tienes que observar, porque la próxima vez puede que esta persona vuelva a tener el mismo problema o uno similar, entonces ya sabes “cómo le puedes ayudar”.
Porque las personas somos animales, pero animales muy tontos que solemos caer en al misma piedra varias veces en el camino.
Si esa persona no es capaz de disociar sus emociones sobre sus problemas del trato con otros ajenos a ello, tampoco tendrá la capacidad como para no volver a caer en el problema.
Entonces es cuando tú ya sabrás cómo reaccionar.
Por eso observa.
Observa para saber cómo tratar cada día a las personas.
Observa para aprender como hago yo todos los días aquí.
