Para que no te dispares en unpie
La intuición, el instinto.
A veces te ayuda, a veces te entierra.
Observa.
Hay cosas a las que hay que prestarle especial atención.
La intuición es poderosa.
A veces tienes que hacerle caso y otras no.
¿Cómo saberlo? Es mi pregunta.
¿Cuándo se supone que tengo que hacerle caso?
¿Lo echo a suertes, dejo que alguien decida por mí, “una sí, una no” como las margaritas?
Me puedo volver loco.
A ver, calma, tranquilo.
Dicen que el sentido común es el menos común de los sentidos, pero yo no me lo creo.
Si quieres justificar alguna estupidez, al menos, no llames estúpidos a los demás.
Eso es lo que pienso cuando alguien dice esto.
Entonces. El sentido común.
Por ejemplo, estás al filo de una caída de más de 50metros.
Tú intuición, claramente, te dice que por ahí no.
Que va a salpicar hasta en Macharaviaya.
Que no sigas.
Pero.
Amigo, estás haciendo puenting.
Si no ¿para qué estarías ahí?
Salta.
Una cosa es lo que te dice tu instinto y otra diferente el sentido común.
Sin embargo, hay veces en la vida que no llevas el arnés.
No hay nada que te retenga.
Tienes un salto al vacío por delante y actúas como si lo tuvieras.
O has andado tan profundo en la cueva que… “ya no merece la pena echarse atrás”.
Ahí es cuando realmente has perdido.
Total, que tienes dos opciones.
O le haces caso al instinto o al sentido común.
Aunque, ahora que lo pienso…
¿No es el sentido común parte de tu instinto?
¿No es el sentido común una herramienta que usamos para persuadir a los demás y a nosotros mismos que lo que hacemos es lo correcto?
¿Y si solo le hiciéramos caso a nuestro instinto?
¿Seríamos animales?
¿Y qué somos sino?
Puedes seguir tu instinto sin ser un descerebrado.
Sin faltar al respeto y sin dispararte en el pie.
Puedes observar qué pasa cuando sigues tu instinto y agradecérmelo más tarde.
