Perfección

Si alguna vez has reflexionado un poco sobre la perfección vas a saber de lo que te hablo.

Atiende.

La perfección es algo que no conseguirás nunca, pero que tampoco debes dejar de perseguir.

Ya.

Te explota un poco la cabeza.

Pero más te explota cuando te das cuenta que es así como debe ser.

Creo que ninguna persona puede creer con honestidad que es perfecta.

Y si lo cree no se trata de una persona.

Se trata de un animal.

Sin embargo seguimos repitiendo en nuestro día a día que “esto está perfecto” o que “me ha salido perfecto”.

Y es que puede haber algo de verdad en ello.

Porque en esas ocasiones, si no estás siendo un dramático exagerado, estás alcanzando tu pico de máximo rendimiento.

Y eso es perfecto.

Porque de ahí hacia delante es donde tienes que establecer tus nuevas metas.

Entonces.

Perfecto no existe, pero perfecto se puede tocar.

Perfecto es un paso más allá de lo que ya sabes, de lo que ya puedes hacer.

Es arriesgarte y que salga bien, sabiendo que en el momento que lo has conseguido lo has perdido.

Observa más a menudo para estar más cerca de la perfección.

Tan a menudo como todos los días aquí.