Que te jodan tus costumbres

Observa una cosa.

Las personas somos animales de costumbres.

Nos gusta que nos las respeten porque nuestras costumbres son las cosas que llevamos haciendo toda la vida y que nos definen como persona.

Por eso nos ofende que nos las jodan.

Hay un tipo (yo creo que más bien es un genio) que se llama Isra Bravo.

Es un macho men de pecho peludo que rebosa machirulismo allá donde va y, como me siento muy identificado con él, sus lecturas me han animado bastante a hacer esto que hago ahora.

Escribir mis observaciones diarias dejándolas plasmadas todos los días aquí.

Bueno, que me desvío del tema y desviarse no está bien.

El caso es que este hombre, habla esporádicamente en sus mails sobre sus costumbres: “que son sus costumbres y hay que respetarlas”.

Aprovecha la expresión como forma de crítica social.

Esto es muy fácil verlo si no eres un ofendidito.

Pero el caso es que no solo las usa en un tono cómico, sino que el tipo tiene toda la razón del mundo.

Observa.

Cuando tienes unas costumbres, tienes que respetarlas.

Las costumbres son buenas cuando te aportan algo bueno, claro.

Si tu costumbre es sentarte todos los días a la que vienes de trabajo a comer bollos de crema mientras te ves un capitulito de la isla de las tentaciones, pues igual tienes que revisártelo.

No te digo que esté mal hacerlo, te digo que está fatal porque a la que pase un año vas a tener que ir al cardiólogo para que te revise un par de cositas.

Entonces.

Las costumbres buenas.

Cuando te aportan positivamente es importante respetarlas.

Y llegaba a esta reflexión porque ayer casi no cumplo una.

Ayer viernes, salí de currar a mediodía.

Comí algo rápido y me pegué mis 5 horitas de camino a Málaga en coche para poder pasar la Semana Santa con mi familia.

Eso casi me deja sin tiempo para escribir.

Llegué a las 10 y media de la noche y a las 11 ahí estaba yo.

Escribiendo.

“Porque son mis costumbres y hay que respetarlas”.

Porque tengo la fea costumbre de escribir y dejar una observación todos los días aquí.