Señalar al diferente

Atiende.

Porque esto has tenido que verlo antes.

Alguna vez en tu vida.

Observa.

Estás en un grupo de personas.

Da igual, con gente que conozcas o que no.

O mezclados. El caso es que estás con gente.

Pero entre todos, hay uno que es diferente a los demás.

Uno al que, utilizan como cabeza de turco para iniciar las risas o diferenciarlo del resto: el señalado.

Puede ser porque sea más pequeño.

Porque le gustan cosas que no le gustan a los demás y por eso es más “rarito”…

O porque sea el que menos habilidades sociales tenga.

Da igual, lo que sea.

Es matemático.

Las personas que menos autoestima tienen, van a intentar reírse de esa persona.

O, como poco, hacer notar a los demás la diferencia que hay entre el “rarito” y el resto del grupo.

Es un mecanismo de defensa.

Las personas, como el resto de animales, tenemos que tirar de la función de relación.

Seguro que lo has estudiado en el cole.

O a lo mejor eres como yo, que se te olvidan las cosas que aprendes en el cole, pero que vas aprendiendo conforme la vida te enseña.

El caso es que estas personas que señalan sistemáticamente a otros para excluirlas del grupo están intentando encajar por su baja autoestima y, a mí, me hacen un favor.

Yo soy una curioso y observador y, sinceramente, no me queda mucho que observar en la persona estándar que quiere encajar en un grupo y caer bien a todo el mundo.

Así que prefiero acercarme a esa persona diferente a la que quieren excluir.

Porque, habitualmente, acabo encontrándome con nuevas ideas y nuevas observaciones.

Yo nunca tuve problemas para encajar, pero siempre observé a los que no encajan.

Y como fruto de esa constante observación, un día me animé a compartirlas y, desde entonces, comparto mis observaciones todos los días aquí.