Si el borrego tuviera mail
Observa porque esto es muy común en nuestra avanzada sociedad.
Tenemos al borrego por un lado.
Al animal, no a una persona “borrega”.
Y por otro al humano.
Ve pensando en alguien. Que no tenga cara de borrego que sino se te va a hacer difícil la reflexión.
Pues bien, el borrego es un animal simple, que reconoce bien las órdenes.
Al propio grito de un pastor, entiende que tiene que ir recogiéndose o, como mínimo, que no se puede quedar parado, que tiene que moverse.
Simple, ¿no?
Una acción y una reacción.
Ahora, el humano.
¿Tienes ya a tu persona?
Prueba a darle una orden clara, concisa. Algo sencillo.
“Esto es un mail automático, no respondas a este mail”.
Flipante la cantidad de gente que te puede responder.
A veces piensas “lo ha hecho adrede, ¿no?”
Luego lees el mensaje de la pobre criatura y te das cuenta de que no. Que en realidad te está respondiendo con normalidad.
Pero, si era una orden simple, ¿no?
Se supone que debería ser sencillo esto…
Observa, que no estamos ordenando a nadie saltar por un barranco.
Es porque si respondes al mail no vas a obtener respuesta y vas a perder tu valioso tiempo.
Aunque también hay que entender que hay gente que no valora su tiempo.
Y es normal, cada uno valora lo que quiere y hay que respetarlo.
En cualquier caso, ahí puedes observar que estamos en una sociedad tan avanzada y, sin embargo, hay personas que no entienden simples órdenes que algún que otro borrego podría entender.
Por eso es tan fácil hacer las cosas bien.
Por eso es tan fácil salir de la mediocridad y destacar.
Si observas un poco, solo un poco, verás el mundo muy diferente a los que te rodean.
Tendrás capacidad para pensar diferente.
Pero para ello tiene que observar.
Y cuando observas empiezas a pensar diferente.
Yo observo y a veces doy órdenes y de lo que observo, luego vengo y te lo cuento todos los días aquí.
