Solo dame una habilidad

Puedes no tener nada en esta vida.

Tranquilo.

No eres de esas personas.

Y lo sé porque si lo fueras, no estarías leyendo esto.

No tendrías acceso a un móvil, ni tampoco acceso a internet.

Probablemente no tendrías ni acceso a un plato de comida caliente.

A eso me refiero cuando digo “no tener nada”.

Eso es triste, pero más triste aún es para ellos cuando no pueden darle de comer a sus hijos.

Esto te lo encuentras en la calle.

Fácilmente.

Es el “molesto” hombre que está en la puerta de la Iglesia o la señora con cara de pena a la entrada del super.

Si no sabes de qué te hablo solo tienes ver lo que pasa ahí abajo.

Esa gente pide porque no tiene.

Otros piden por tener más de lo que pueden abarcar.

Pero es normal.

Lo de pedir, digo.

Pides algo porque no tienes la habilidad de conseguirlo.

Cuando eras pequeño pedías a tus padres porque no tenías capacidad de conseguir dinero.

Ahora pides que te suban el sueldo porque tú mismo no eres capaz de conseguir más dinero por tu cuenta.

Pero observa.

No pidas por algo material.

Olvídate de eso.

Pedir por algo material es, como se dice, “pan para hoy, hambre para mañana”.

Tienes que elegir bien aquello por lo que pides.

Pide por aprender.

Por crecer con ese aprendizaje.

Pide por saber y vivir experiencias que te hagan mejor persona.

Pide por los demás y pide por tener siempre la habilidad de que te permita llevarte el pan a la boca cada día.

Y, aunque no lo pidas, yo te traigo estas observaciones.

Todos los días aquí.