Tu jaula de cristal
Una vez una compañera me preguntó.
“¿Tú nunca estás mal?”
Le pregunté que a qué se refería.
“Que si nunca estás triste, ni enfadado” - me dijo.
Le pregunté que para qué.
Ella no entendió la pregunta.
Le transmití lo siguiente.
Hay cosas muy importantes en la vida por las que preocuparse y la mayoría de las que afrontamos en el día a día son nimiedades que el mundo nos hecho creer que en realidad son MUY importantes.
Y la verdad es que no lo son.
Por ejemplo, ¿qué es eso de salir a la calle sin el móvil y que te de ansiedad? Valiente chorrada y lo he escuchado varias veces.
A otros les desanima, entristece o genera estrés ir a su trabajo día tras día, pero no hacen nada para cambiarlo.
¿Cómo de importante es algo si no estás dispuesto a movilizarte?
“Pero Raúl, es que no lo entiendes, lo mío es diferente, mi situación es complicada porque [introduce X, Y, Z]...”
Te dejo una lista de problemas que crees graves y en realidad no lo son: Gestión del tiempo, situaciones financieras, relaciones interpersonales, decisiones que cambian tus hábitos, conflictos, un jefe capullo, presión de clientes, …
Sigue llorando y contándole a los demás lo jodido que estás.
Mientras en África millones de personas mueren de hambre o en guerras (que aún en el Siglo XXI sigue habiendo).
Otros tantos son infelices en su lecho de muerte por no haber aprovechado su vida antes de haber envejecido o tenido una enfermedad terminal.
Observa.
Salvo que estés dentro de los 2 últimos grupos que he mencionado tu problema es una mierda.
Una mierda que no solo no le importa a nadie, sino que hace que cada vez que lloras por ello parezcas un dramático que no sabe afrontar la vida ni es consciente de lo que pasa ahí fuera.
Creer que tus problemas son más graves de lo que realmente son es como estar encerrado en una jaula de cristal.
Desde dentro crees que debes tener cuidado, proteger tu jaulita, que nadie la rompa.
Y el verdadero peligro está fuera.
Cualquiera puede venir con un mazo y reventarte tu jaulita para hacerte ver lo indefenso que estás y los peligros que realmente hay fuera.
Que no puedes hacer nada por cuidar tu jaula de cristal desde dentro.
Observa con atención a tu alrededor.
La mayoría de las personas con las que te cruzas en tu día a día dicen tener un problema, pero la realidad es que el problema son ellos.
Cuando sistemáticamente tienes un problema, tú eres el problema.
Observa a estas personas, pero de lejos, que no se te pegue nada.
Aléjate, aléjate todo lo que puedas.
Y si quieres saber de qué más personas debes alejarte lo mejor es que observes conmigo todos los días aquí.
