¿Tú no revisas lo que escribes?
A ver…
Te cuento.
Sí.
Pero tengo cosas más importantes que hacer que escribir.
Y escribo todos los días.
NAdie se va a acordar del error de ayer dentro de dos semanas.
Y si te acuerdas es simplemente porque eres un hater y solo quieres buscarle las cosquillas a todo.
O los 3 pies al gato.
Nunca entendí esa expresión.
Pero supongo que es para gente que tampoco entiende que equivocarse es tan típico como mear.
Y que te tienes que equivocar todos los días, como mear también.
Si no haces una de las dos cosas chungo.
Pero especialmente si no haces lo segundo en todo el día más chungo aún.
Si eso te pasa deja de leer y ve al médico.
Pero volviendo al tema.
Es cuestión de relativizar.
Cuando lo más importante que te pasa en el día es que cometes un fallo en una publicación que haces… chungo.
Mejor apúntate a pilates que seguro que te cambia la vida.
Será una montaña rusa el primer día.
Y el primer mes.
Y para de contar.
Porque cuando lleves 3 meses haciéndolo dejará de ser un reto.
Y te empezará a dar igual que se rían de ti haciendo esa postura chunga.
EMpiezas a entender que lo que haces es complejo.
Que no todos están dispuesto a hacerlo.
Entonces, aunque tú cometas un error, sigues estando por delante de la gente.
Y, entiéndeme, no es cuestión de estar por delante o por detrás.
O de ser mejor o peor.
Se trata de que entres en un estado de tranquilidad que no pueda perturbar nadie.
Porque no tienen poder sobre ti.
Porque tú has estado ahí antes y lo entiendes.
Y como dije hace poco en otro mail.
Solo cuando lo entiendes eres capaz de perdonarlo.
Así que sí.
Reviso lo que escribo.
Y te perdono cuando cometo faltas.
