Una señora de 50 años quiere atención
Ayer estuve en el banco.
No es que suela estar mucho en el banco y menos para mí.
Creo que ya todo está bastante avanzado como para tener que pisar una sucursal.
Pero a veces tienes que hacerlo.
La situación que viví allí fue bastante desagradable. Observa.
La chica de la caja me estaba atendiendo.
A lo que llegó una señora, de unos 50 años, extranjera ,un poco engreída y saltándose a todos los que estaban en la cola se acerca a la cajera y le dice:
“Por no estar esperando 20min, quería consultarte rápidamente si hacéis cambio de divisas”
A lo que la cajera le responde “si eres clienta, sí”.
Bien, la chica se dirige a la cola, un señor le deja asiento para que pueda estar más cómoda y, sin que hayan pasado ni 5 min, se empieza a quejar.
Se veía venir.
Yo odio a la gente que se queja, pero odio más a la gente que se queja por lo “bajini” y que va a hacer daño.
Es cierto que yo ya llevaba un buen rato siendo atendido, pero esa señora acababa de llegar.
Y no paraba de quejarse y faltar al respeto a la pobre cajera.
Algunos de sus comentarios los susurraba, pero con la mala intención de que se escuchase entre todos los presentes:
“Esta tía es que es muy lenta, deberían echarla y poner a otra persona”.
“No entiendo por qué está tardando tanto”.
“A mí no me gusta molestar a la gente, pero si tarda tanto, me voy a poner a molestar cuando me atienda.”
“Me voy a cambiar de sucursal, porque no tengo tanto tiempo para esperar en una cola”.
Incluso se intentaba compinchar con otros clientes en la cola: “¿Tú no estás de acuerdo con que esto no puede ser así?”
Bueno, todo esto levantándose cada dos comentarios a preguntarle a la cajera que cuánto le quedaba y que si iba “terminando ya que no podía ser que estuviera haciendo esperar a la gente”.
Una actuación lamentable de niña chica consentida, como si tuviera 14 años.
Una señora de unos 50…
Patético y estúpido.
No tengo otras palabras para esa señora.
Por muy lenta y torpe que fuera la chica de la caja, nadie debería tener este comportamiento.
Entre tanto yo la intentaba animar con frases opuestas:
“Tranquila Nuria, que tú estás haciendo tu curro”.
“Ni caso, esa señora tiene que estar molesta por algo y la está pagando aquí”.
“Ni la escuches porque no te va a ayudar a hacer tu trabajo, solo te va a despistar”.
Al final, con este tipo de comportamientos, lo que la gente consigue es que las piedras vayan contra tu propio tejado, pero qué iba a entender esta señora con mentalidad de quinceañera que lo único que quería era que le hicieran caso.
Porque ese tipo de persona no observa.
No va observando por la vida.
No es consciente del daño que puede hacerse así misma hablando mal de otros.
Y más haciéndolo en público.
No estoy seguro de si a la señora le resolvieron el problema que tenía de divisas, no me quedé para verlo.
De lo que sí estoy seguro es que a mí me resolvió mi problema.
Y no solo eso. Aproveché para dejarle “encargado otro problema, para que puedas desatascar la cola”.
Luego me llamó alegremente y me dijo que ya estaba resuelto.
Y llámame loco, pero creo que solo fue por ser agradable y tener algo de empatía con ella.
Vamos, básicamente por no ser un estúpido.
Es una pena que una persona tan experimentada en la vida como esa señora, tenga tan poca experiencia con las personas.
Pero eso es lo que pasa a la gente que no observa.
Y puedes evitar que te pase a ti observando. Como hago aquí mismo cada día.
