Visualizar es de pringao'

Observa.

Voy a decir una generalidad que te va a dejar atónito.

Si tienes un proyecto personal o profesional, seguramente hayas empezado por interés económico o social.

Tranquilo, que no te voy a cobrar porque esto no cuenta como haberte echado las cartas ni tampoco voy a adivinar tu futuro ahora.

Atiende.

La mayoría empezamos un proyecto por esto.

Interés económico o social.

Si estás fuera de esto no importa, es otro tipo de interés, okey, aceptamos pulpo como animal de compañía.

El caso es que ese interés es lo de menos.

A ver, entiéndeme.

Es lo de menos porque con un poco de planificación y constancia lo consigues.

Si paras no lo consigues.

Si no paras las probabilidades de conseguirlo son altas.

Cuando llegues a dominar lo que sea de lo que se trate tu proyecto vas a creerte el puto amo.

Tienes derecho a ello.

Pero también tienes la obligación de ser humilde. Acuérdate de eso que es muy importante.

Vas a rentabilizarlo, si es que quieres, y va a llegar un putno que no sientas interés en seguir rentabilizándolo.

Quizá luego quieras compartirlo, cumplir otros desafíos.

Pero así somos las personas.

Al menos las personas inquietas.

Vamos de desafío en desafío.

Nos interesa el próximo hito y nunca estamos conformes con lo que estamos haciendo.

En un ejercicio de humildad he tenido que pararme en muchas ocasiones y observarme.

He llegado a ver en mi trayectoria cómo iba consiguiendo lo que quería.

Reto a reto.

Y aún así me sentía un mediocre.

Nunca tenía suficiente.

Siempre quería llegar al siguietne paso.

Hay un tipo que sigo desde hace tiempo que se llama Alex Hormozi.

Una frase que viene de él dice:

“You have already achieved goals you said would make you happy”.

Para los españoles de la montaña:

“Ya has alcanzado algunos objetivos que dijiste te harían feliz”.

Cuando me encontré con esta frase…

Fue como si me dieran con un martillo en el esternón.

Tuve que pararme. Observarme.

Reflexionar profundamente y preguntarme qué no estaba haciendo.

No estaba valorando el proceso.

No estaba disfrutando del camino.

Una vez que te das cuenta de eso, el objetivo se convierte en secundario.

Aprendes a disfrutar del camino porque sabes que la victoria llegará.

Llegará con paciencia, constancia y determinación.

Solo tienes que tener la cabeza lo suficientemente dura como para seguir empujando.

No visualices.

Lo de visualizar es de pringao’.

Trabaja y levántate cada mañana para hacer lo que tengas que hacer para conseguirlo.

Obsesiónate con ello.

Yo me obsesioné con observar y compartir lo que observo y ahora dejo una observación todos los días aquí.