Yo creo que hasta los 78 ¿y tú?

Atiende.

Esta frase se la robo a un personaje de una película.

Un personaje que me gusta bastante, de una película que me gusta más aún.

“Solo tú puedes decidir qué hacer con el tiempo que se te ha dado”.

¿Cómo te quedas?

Léela otra vez.

No la has leído pillín.

Venga, léela otra vez.

Hasta que cale bien hondo.

Y repítela tantas veces como haga falta.

Porque es importante.

Observa.

Cuando nacemos no sabemos que vamos a morir.

Pero cuando tomamos conciencia pensamos que vamos a vivir mucho.

¿Hasta los 90?

¿O qué tal hasta los 100?

Eso es lo que tú te crees, pero la realidad es otra.

La realidad es que no lo sabes.

Y esto lo puedes observar en tu entorno.

Sin ir más lejos, ayer un amigo me dijo que otro amigo suyo se había suicidado.

Y ya está.

Es que no puedes hacer nada.

No sabemos cuándo se nos acabará el tiempo.

Lo desconocemos.

Se te escapa de las manos todos los días.

A cada segundo.

Y lo bueno de todo esto es que solo tú tienes el poder de decidir en qué invertirlo.

Toma decisiones valientes.

Equivócate.

Aprende a vivir con los errores y las consecuencias de los pasos que das.

Pero que sean tus pasos, que sean tus decisiones.

Que inviertas tu tiempo en lo que te aporta valor.

Con tus decisiones vendrán reflexiones.

Y luego el crecimiento.

¿Y para qué?

Bueno, eso no te lo he dicho, pero habitualmente inviertes tiempo en algo que para ti cumple tu propósito.

Si no lo tienes deberías empezar por ahí.

Por encontrar uno.

Leer también te ayudará.

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